Reservas de Soberanía y Esperanza para el pueblo de Haití

 Fue un día como hoy, hace 100 años, cuando un primer batallón de Marines desembarcaron del crucero USS Machias, en el puerto capital de Haití. A pedido del presidente en ese país de lo que es hoy el Citibank, fueron directo al Banco Nacional de Haití y sacaron “para su salvaguarda”, los 500.000 dólares en lingotes de oro que constituyeron las reservas de Haití. 

Llevados entonces a las bóvedas del Citi en Nueva York, precisamente al 55 Wall Street, nunca más volvieron a Haití.  Había quienes argumentaron que en realidad, era la manera más eficaz para cobrarle a Haití una deuda que en ese entonces se disputaba con los dueños del ferrocarril (Vaya la casualidad, los mismos del Banco Nacional…). Pero las autoridades haitianas denunciaron el robo lisa y llano. Siete meses más tarde, los Marines desembarcaron de nuevo para quedarse 19 años: la primera ocupación estadounidense de Haití.
Reclamar hoy la restitución de esas reservas es una manera más de apuntalar la lucha incesante del pueblo de Haití, por su soberanía, su autodeterminación, el respeto de todos sus derechos e inmensa dignidad. Va de la mano del reclamo largamente sostenido, de restitución de la infame deuda de la “independencia” – la suma que cobró Francia a Haití durante más de un siglo – valuada hoy en más de 22 mil millones de dólares -, a modo de compensación a los colonos esclavistas que perdieron sus “propiedades” al triunfar la primera, y única, revolución antiesclavista y anticolonial en el mundo.
Va de la mano además, del justo reclamo de reparaciones para el pueblo haitiano de todos los crímenes de la esclavitud, el colonialismo, la ocupación que continúa hasta nuestros días con la presencia de la MINUSTAH y el avance de la recolonización que dirigen los poderes de siempre, EE.UU., Francia, Canadá. Sin ir más lejos, reparación para las víctimas del cólera introducido en Haití por las propias tropas de la ONU, supuestamente allí para proteger a la población y enseñarle al gobierno cómo respetar los derechos humanos: hasta la fecha más de 9.000 personas muertas y más de 700.000 infectadas y la misión “de paz” de la MINUSTAH, impunemente escondida tras una tal inmunidad diplomática.
Y así también, del grito de libertad que alzan permanentemente las organizaciones y movimientos populares haitianos: ¡Basta de intervención de parte de la llamada “comunidad internacional”! ¡Fuera EE.UU. y el imperio Clinton! ¡Fuera las transnacionales del oro, del petróleo, del turismo de lujo, de las semillas transgénicas y la agroindustria exportadora! ¡Fuera las maquiladoras con sus salarios de miseria y su usurpación del agua y la electricidad que necesitan la población! ¡FUERA LA MINUSTAH con su ocupación militar tercerizada a las tropas de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Perú, Guatemala, El Salvador y Honduras, entre otros países del Sur!
Hoy renovamos nuestra solidaridad con el pueblo de Haití, apoyando sus múltiples esfuerzos para ejercer su autodeterminación, defender su vida y dignidad. Llamamos al gobierno de EE.UU. a restituir las reservas robadas a Haití, poner fin a su intervencionismo y colonialismo permanente y reparar a Haití todos los crímenes cometidos en su contra.  Llamamos al  gobierno de Argentina, a los gobiernos de toda América Latina, a retirar ya las tropas que hoy reprimen las manifestaciones populares y perpetúan la ocupación centenaria de Haití, poner fin a la MINUSTAH y trabajar solidario y desinteresadamente, para construir una  verdadera política de cooperación a favor de los derechos, necesidades y propuestas del pueblo haitiano.
-Buenos Aires, 17 de diciembre de 2014
p/ Diálogo 2000 - Jubileo Sur Argentina, 

 Adolfo Pérez Esquivel - Nora Cortiñas, Mirta Baravalle - Beverly Keene - L. Romero, S. Moreira, A.Almada

  Premio Nobel de la Paz        Madres de Plaza de Mayo,  L.F.       Coordinadora             SERPAJ-Coord. Ncl.